Casi verano

Junio huele a asfalto mojado, a calor tímido, a lluvia rápida, a atardecer naranja, a final, a comienzo, a libertad y a miedo.

Hola, he vuelto. Hoy vengo a contaros un poco que tal ha ido este tiempo, diferente a la par que monótono, en mi casa. Mucho no ha acontecido desde la última vez que me leíste, por suerte o por desgracia las ocupaciones de mi vida terrenal me mantienen lo suficientemente ocupado como para que se me haya pasado volando este último mes y medio, y a lo tonto estamos a mitad de junio esperando un cambio que nos permita reconducirnos a la vieja y voraz "normalidad".

Este mes y medio he sonreído más y he sentido menos, tampoco es que haya aprendido nada nuevo emocionalmente pero si he descubierto cómo distraerme... sumergido entre series, música y ejercicio mi tiempo libre ha dejado poco a poco de ser una cárcel para convertirse en una aburrida oficina de ciudad pequeña, la cual ni aborrezco ni idolatro, simplemente me encuentro en una comodidad pasiva que no me crea nudos mentales imposibles de resolver.

No obstante, ha habido algún momento en el que he sentido que algún pensamiento recurrente me desbordaba y me ataba, que no me dejaba disfrutar de muchas cosas y me frenaba a la hora de tomar decisiones... que importante es escuchar a tus entrañas pero también saber dominarlas, no pienso dejar que nada se interponga en lo que busco... luego me pregunto a mi mismo si sé qué estoy buscando, y aunque aún no lo tengo del todo claro, si empiezo a discernir entre lo que quiero y lo que no, y sacaré fuerza de donde haga falta para no dejar a ese miedo controlar mi vida.

La temporada estival se acerca, cambiada y sin maquillaje, la sombra de un verano diferente y bastante calmado asoma en la puerta. De verdad espero que seas tranquilo y que te portes bien, no hagas que vuelva para atrás.

Quiero agradecer enormemente a mis almas gemelas, a mis compañeras de viaje, a esas personas que hacen que una cerveza siempre vaya acompañada de un recuerdo agradable mientras vuelves a casa, de verdad, os aprecio mucho.

Como un último consejo, y para concluir este post, no encierres emociones por miedo, acaban creando un parque de atracciones dentro de ti y a nadie le gusta vivir en un estado constante de excitación y adrenalina...déjalo ir, aunque cueste.