Oscuridad

La oscuridad es mi mejor amiga, siempre lo fue y no me di cuenta hasta ahora. La oscuridad me abraza por la noche cuando nadie más lo hace; la oscuridad me acompaña cuando cierro los ojos a mitad del día; la oscuridad me ayuda a revelar mis terroríficos pensamientos; la oscuridad elimina la vergüenza de mi interior; la oscuridad esconde mis mayores temores y mis mayores sueños; la oscuridad no me habla y no se queja de mis agobios; la oscuridad me escucha reír, la oscuridad me escucha llorar; la oscuridad me escucha.

La sensación de ser el piloto de un avión a punto de estrellarse aumenta, aunque no a la velocidad que a mí me hubiese gustado. El hambre de conocer algo nuevo se apaga, eliminando toda necesidad de cambio. La presión en mi vientre aligera mi pulso, me prepara en combate, me mantiene alerta por alguien que no se preocupa por mí. Soy uno más, alguien más en el camino, una sonrisa pasajera en cada mirada perdida del metro, un viejo conocido al que ya olvidaste, una emoción que no recordabas... y yo me vengo a preguntar, ¿existe en realidad la reciprocidad?

No busco algo que no me puedan dar, pero en tan desesperaba búsqueda de lo que parecía alcanzable, me tropecé en el camino cuando estaba a punto de llegar. Solía decir que la vida es bella...en fin, que poco conocía la realidad.